Lo único que nos detiene es nuestra voluntad.
Lo bueno de que sea despistada, es que si choco con alguien guapo, puedo tocarle al momento de ofrecerle disculpas.

Como ayer, mientras estaba en volei, que choqué con éste chico, Alejandro creo que se llama, y lo pisé sin querer. Pero como yo estaba de espaldas y el de frente pues tenía y que dar la vuelta, y cuando lo hice puse mi mano sobre su pecho y ¡Ay, mama mía! Sus pectorales estaban bastante marcados pues a pesar de que traía camiseta, pude sentir el contorno de como subía y bajaba entre la división de su pecho.
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